DEDICATORIA
No sabría decir cuál es el mecanismo, que pone las piezas en movimiento, cuando al escribir lentamente empiezo, sin pensar en un orden establecido; solo dejó que al son de una canción, los versos bailen como dos enamorados, dejando al mensajero de la inspiración, que se presente de repente sin llamarlo; porqué, cuando el corazón late acelerado, sin ningún motivo cierto e inesperado, uno puede hacer magia como un mago, y descubrir poemas nunca imaginados; incluso algunos van bien firmados, con su sello impreso y dedicado, al no existir nada igual o parecido, al abrazo de dos personas con las manos; dónde las palabras son cómo besos, para quién sufre triste y en silencio, intentando recuperar el consuelo, con un simple gesto o un te quiero; así, que ha llegado el preciso momento, de despedirme si me estás leyendo, con está dedicatoria que te ofrezco, por sacar de mi lo mejor que llevo dentro…
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