PRINCESAS
Érase una vez en el castillo de un reino, se
reunieron para jugar unas bellas princesas de cuento, todas ellas, con su
carita pálida y nada de pelo, al tener su cabecita, un brillo a Luna de
terciopelo; cada una, había sufrido de alguna desconocida bruja, un hechizo
maligno con forma de enfermedad por todo su cuerpo; de este modo, cada día
hablaban de su lucha con dedicación y esfuerzo, junto a sus aliados los otros
niños enfermos, como si fueran un solo corazón, que trasmite vida a todos sus
huesos...
"Chicas, que tierno es mi papá el
Sultán, cuando descubro que el tono de voz le cambia, con un nudo en la
garganta, y la expresión de su cara, intenta reflejar su ternura, para que yo
no sufra, cuando le pregunto por mi leucemia y sus causas"; "así es
Jasmine, porque al mío, el rey Tritón, le incomodan algunas de esas preguntas
extrañas, intentando buscar la respuesta correcta, sin saber que es un linfoma,
porque nosotras por ser pequeñas, no entendemos al vernos con estos pijamas, en
lugar de llevar nuestros vestiditos de cola"; "tienes razón Ariel, y,
lo que yo tampoco comprendo, que fue lo que hicimos mal para merecer este
castigo, al ver estos tipos de cáncer que nos han salido"; "pues no
se Cenicienta, pero, mi papá me ha dicho, que ira a buscarnos un gorro
divertido, cómo un disfraz, para que nuestra sensibilidad no sufra cuando nos
miren otros niños"; "pues que nos miren Bella, al fin y al cabo, hay
amistades que ya no vienen a vernos, porque llevamos enfermas tanto tiempo, que
no comprenden lo que sufrimos por dentro"...
Hoy en día, los caballeros no llevan armadura
y las hadas madrinas no juegan con varitas mágicas; algunos visten con batas
blancas y cabalgan empujando camillas entre las salas; esas salas de urgencias,
dónde los príncipes azules esperan, para dar un beso en la frente a sus
princesas enamoradas, mientras las reinas que no son malvadas, dirigen el Reino
de la habitación, entre peluches con el corazón lleno de lágrimas, al escribir
en su mente un nuevo cuento, con muchas dosis de amor y múltiples esperanzas...
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