LLUVIA
Día de lluvia; tarde de mantas en la alcoba,
repique de furtivas gotas, que juegan, que bailan, por el tejado de chimeneas
rotas; es una dulce caricia de sonidos en la memoria, que se duermen abrazados
al reloj de arena, sin minutos ni horas; y sigue lloviendo; que para, que
arranca, barquitos de papel por riachuelos de calzadas mojadas; besos de
enamorados con ternura bajo siluetas abrazadas a paraguas; y las hojas de los
árboles salpican el cemento con una fina capa alfombrada, mientras pequeñas
lágrimas de agua, resbalan por los cristales de las ventanas; y el relámpago
suena acariciando la tormenta que se aleja, se diluye, a través de la noche
estrellada…
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