TESTAMENTO PYRATHA
Con todas las velas desplegadas y sin apenas
viento, muchas veces los vi pasar entre nieblas en silencio, con escollos de
coral tan extraños y traicioneros, que no intentaban cambiar un ápice su rumbo;
entonces un escalofrío recorre todo tu cuerpo, al comprobar que nadie gobierna
el barco sigiloso, y ninguna terrenal voz clama al cielo, para escuchar las
ordenes de capitán tan siniestro; y tras ese buque fantasma que navega veloz y
silencioso, me pierdo en las profundidades de tus bellos ojos, sumergiéndome
sin descanso en los abismos del pasado, para llegar al sinuoso trazado de tus
labios; más esquivando a los tiburones que te siguen acechando, contra tus
enemigos luchare aunque sea encadenado, en esta batalla de corsarios sin honor
y desquiciados, al desplegar mis velas con la fuerza de mis manos; de este modo
le daré impulso a la nave con mi mando, sin importarme el peligro de aquellos
temibles cañonazos, que lancen esos bárbaros piratas sin pensarlo, al empuñar
mi ensangrentada espada con la mano; porqué utilizaré mi coraje cual bandera a
todo trapo, para entablar cruel hazaña en un combate tan titánico, dispuesto a
derrotar en el abordaje con mi cuchillo, a todo aquel que mancille tu nombre
mientras siga peleando; y si por el enemigo más valiente ves que al suelo
caigo, dejaras para siempre en mi tumba y su epitafio, cien besos tuyos por mi
valor yo demostrado, al morir en tus brazos con el corazón enamorado...
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