jueves, 27 de septiembre de 2018


CURVAS

Existen curvas peligrosas; curvas de infarto; curvas que se tocan con las manos; curvas que convierten a sus dueños en esclavos; hay curvas que desaparecen sin despedirse ni nada, otras, cuando la noche se apaga; las hay de largo recorrido y de corta marcha; pero para mí, las curvas que más me gustan cuando amanece el alba, son aquellas que mis dedos tocan con suavidad en piel y cara, erizándose el cabello como si fuera ardiente lava; entonces, las curvas toman forma en cuerpo y alma, desplegando toda su belleza, cuando una mujer sin maquillar se despierta por la mañana; más, el tamaño de dichas curvas no importa, porque cada centímetro de sus estrías dilatadas, son parte de una vida que ha sufrido, ha reído, ha llorado y todavía sigue enamorada…



4 comentarios: