SONATA DE OTOÑO
El otoño, trae una romántica brisa, que lo
envuelve todo entre aires de caricias; las hojas que duermen sobre los caminos
y montes, conservan un latido acelerado de poemas a recuerdos abrazados,
mientras que la lluvia deja un sentimiento de melancolía, al llegar la noche
con sueños de lágrimas contenidas; y, aunque algunos piensen que las musas de
la inspiración son divinas, en realidad son reales, de carne y hueso que
trasmiten alegría; porque, el simple trazado de una risa, el reflejo luminoso
de una mirada perdida, el torbellino que produce una melena cuando unas manos
la acarician, convierten estos detalles mágicos en fogonazos de locura
femenina; es, en ese preciso momento al caer el día, cuando se escribe en
silencio una plegaria sobre el amor y sus alas de seda; que hace llorar a las
nubes de tristeza, mientras el olor que trasmite la mojada tierra, nos cubre de
pasión con su velo de niebla…
"... el reflejo luminoso de una mirada perdida..."
ResponderEliminarPor supuesto...
ResponderEliminar