martes, 23 de octubre de 2018

CARTA AL CORAZÓN

Mi querida hija:

Después del tiempo al nacer que ha transcurrido, la elegancia que trasmites me tiene sorprendido, porqué cuando te miro a los ojos, solo veo la belleza reflejada en tu mar cautivo; el que después de ocho años, ilumina los corazones ilusionados, de tus padres y amigos; y ahora, en este preciso momento, te los describo a los cuatro vientos con todo mi cariño; más, este pequeño secreto que sale a la luz de su silencio, es un pequeño regalo para que lo leas y lo disfrutes, mientras piensas a quién va dirigido semejante piropo entretejido; el que cose los sentimientos con bobinas de hilo fino, mientras dejas un precioso broche en la solapa de mis imaginarios besos con tu brillo…

Y si no quieres que se pierda este poema en el olvido, yo te lo regalo con un papel suave y fino, esperando que lo utilices, cuando te sientas triste rodeada por el frio; porqué, todas mis frases llevan un poco de valor entre plegarias, para que reces al llegar la noche con el calor de mis palabras; y, para que voy a recitar tu nombre por los puntos cardinales sobre un mapa, si tienen envidia de tus letras las profundidades marinas y las montañas; por eso, aquí tienes esta carta al corazón escrita de mi puño y letra en una sola página, mientras se descompone felizmente entre lágrimas mi alma, cuando dibujo en el aire con mis dedos, la alegría de verte despertar, mientras reluce tu preciosa y dulce cara...
 
 

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