EL DULCE BRILLO DE SUS CANAS
Son cuarenta y cinco pétalos de rosa, por
cada año renacido, por cada año compartido; en la vejez del recuerdo, reside el
amor verdadero, donde las nieves del tiempo, dejaron un sentimiento tan noble y
bello, que solo algunos abuelos, saben guardar el tesoro, de tan maravilloso
secreto; porque, han visto pasar la vida desde que amanece la mañana, mirándose
a la vez el dulce brillo de sus canas, mientras besan con amor, todas las
arruguitas de su cara; ¡¡Qué ochenta años no son nada!! Si para él, ella sigue
siendo tan hermosa a su lado, que en sus bastones de carne y huesos apoyados,
sueñan cada día que bailan por la cintura abrazados, mientras dibujan besos
escondidos, con los dedos de las manos...
... "por cada año renacido..."
ResponderEliminarAsí es... gracias por el comentario...
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