TANTA BELLEZA

Aunque el pintor lo intente mil veces, no puede apartar la mirada; aunque desvié sus ojos en otra dirección, siempre vuelven al punto de partida; aunque los cierre fuertemente, su cerebro le muestra cada detalle en diferentes tonalidades y medidas; porque, cada centímetro de un simple cuadro diseñado con pintura, destila tanta fuerza cómo vida; y sinceramente, algunos caen rendidos sin fuerzas ante tanta belleza contenida, cuando observan los labios de una mujer que te maravillan, ya sean de morenas, pelirrojas, rubias o teñidas; y si algún artista, quisiera superar con sus aptitudes semejante obra pictórica al despuntar el día, solo conseguiría líneas desiguales y torcidas, sin poder igualar la elegancia, el brillo, la pasión ni la dulzura que transmiten cuando mueven su melena, al girar su cuello con sensualidad y picardía…