DE ARCILLA Y BARRO
El artista fusiona arcilla y barro, mientras
elabora siluetas curvadas con las manos alrededor de la escultura que de la
nada va creando; a continuación, utiliza pinceles de suaves trazos para dar luz
y brillo a los rincones apagados, mientras mezcla los colores sin dudarlo para
convertir en dulces sensaciones pómulos y labios; en armonía seductora, también
da forma a piernas, senos y brazos, otorgándoles redondez y equilibrio para
convertirlos en sinfonía de besos rimados; a través de la música imaginaria que
se mece entre bailes y pasos, transforma en sílabas cantadas los latidos del
corazón humano, dándoles vida en acelerado movimiento y tacto; más, buscando
los últimos retoques entre notas de pulido oro, dibuja los preciosos ojos con
pinceladas de ternura y pasionales tonos; y, como toque final, le otorga
lucidez a su belleza entre requiebros y piropos, mientras el escultor termina
su creación de forma elegante, convirtiendo a la mujer sencilla en una
maravillosa obra de arte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario